21 abril 2010

Llega el invierno


Llega el invierno a Montevideo y una vez más nos vemos confrontadas al gran misterio de esta ciudad. ¿Algún paraguas resistirá este año a los vientos huracanados que acompañan los aguaceros montevideanos?

Llegan los fríos y con ellos las capas de ropa, bufandas, guantes, sombreros y demás, con los que resulta más que difícil sentirnos sexy y mucho menos parecerlo… ¿Salgo a la calle convertida en una cebolla andante o me la juego y termino el día helada y calada hasta los huesos?

Llega el invierno y le decimos adiós a los paseos en la rambla (so pena de salir volando), a las noches de terraza con las amigas y una copa en la mano, a las ensaladas cómplices de siluetas veraniegas, a las pieles bronceadas y los escotes de infarto.

Bienvenidas sean entonces las exquisitas sopas que calientan el alma, las reuniones frente al fuego, las escapadas al campo entre enamorados y los tonos oscuros que tanto nos favorecen.

Bienvenidas las botas todo terreno que año tras año lo mismo nos salvan una reunión de trabajo que una primera cita. Que resisten a las aceras endiabladas de Pocitos, al cumplido de las fashionistas, a una noche de juerga hasta altas horas de la madrugada, al incesante ir y venir de la ciudad.

Y bienvenidos todos esos pequeños detalles que le pondrán color al invierno, como los esmaltes color vino de Chanel, el roce del cachemir sobre la piel, el mate bajo los pálidos rayos de sol que se cuelan por el balcón, el olor a leña por las calles, las noches de maratones de Sex&theCity y comida para llevar entre amigas y la pereza de salir de una cama bien calentita para correr hasta un baño helado.

20 octubre 2009

Primavera austral

Llega la primavera a Montevideo y la ciudad despierta.

Pasear por sus calles con ese tímido sol de fines de invierno que calienta las penas y despeja las ideas. En momentos de tristeza, cuando a Marietta le asaltan los recuerdos y se le encoje el alma, caminar por las callecitas de Pocitos o Punta Carretas y descubrir la explosión de color de sus jardines, la mezcla imposible de estilos y arquitecturas, los rosales trepadores que allí crecen como si fuesen flores silvestres, le recuerdan por qué sigue en este país.

Es un poco como cuando cada diciembre, rumbo al aeropuerto para tomarse un vuelo a Europa, en el recodo del camino se encuentra con el Hotel Carrasco. Majestuoso en su soledad, enmarcado por el Río de la Plata, con la marea baja plateada que brilla de mil destellos y el cielo azul de Montevideo. Es una sensación imposible de describir, hermosa y dolorosa, casi descorazonadora, que por unos minutos reafirma lo increíble del lugar. Marietta respira hondo, en paz, y trata de fijar la imagen en su memoria hasta que recorra el camino inverso.
Los eternos paseos por las calles de la ciudad, cámara en mano, con viejos temas de los Secretos o La Granja en el ipod, son momentos de absoluta complicidad con Lola, de sencilla tranquilidad, de continuo asombro, de momentos vividos que la asaltan sin orden ni motivo.

Estos paseos del recuerdo nacieron en París, en sus mil identidades, sus increíbles cambios de estación, la locura de su ritmo de vida, pero sobre todo los recuerdos de la infancia… y la siguieron a Londres, y a cada uno de sus viajes…
Ahora están en su balcón, donde hoy floreció su primera rosa y pronto el jazmín del cabo perfumará las noches a través del ventanal, con ese olor dulzón que le recuerda las noches de verano del porche de otra casa.



18 septiembre 2009

Mi nuevo salón



Esta mañana desempolvé mis dotes de decoradora. Hace un tiempo que mi apartamento oficia de guardamuebles en sus ratos libres, así que aprovechando que algunos enseres se iban reorganicé el salón y despejé una habitación.


Y estoy feliz! me encanta mi nuevo salón...a pesar de la lluvia persistente en mi día libre, del desastre que me dejaron los de la mudanza por toda la casa, de que va a ser una lucha continua con las fieras para que no dejen todo perdido de pelos... cada vez que me asomo a verlo se me escapa una sonrisa.

02 junio 2009

Humor uruguayo

La semana pasada fui testigo de una de esas chispas de humor uruguayo que tanto me sorprenden.

El 25 de mayo se inauguró la Torre Ejecutiva de Montevideo, donde se ubica desde ahora la Presidencia de la República.

Como pequeño dato curioso cabe contar que la piedra inaugural se colocó en 1965 y, entre pitos y flautas, el edificio quedó inmóvil cual carcasa vacía y abandonada durante más de cuatro décadas en una de las plazas más importantes de la ciudad.

La agencia en la que trabajo se encuentra justo enfrente de este mastodonte de cristal, por lo que ese día pudimos asistir en primera fila (más bien ventana) a la entrega de las llaves al presidente uruguayo. La verdad es que la ceremonia fue rápida y discreta.
Mientras me alejaba de vuelta a mis quehaceres, pude escuchar atónita como la Filarmónica entonaba... el Aleluya de Haendel.

Me encantó esa forma de reírse de uno mismo, aunque como bien me apostilló un compañero, 45 años es más de lo que se tardó en construir muchas de las pirámides.

03 febrero 2009

La ruptura

Hoy tuve una ruptura civilizada. De esas de adultos.

Vino temprano de mañana, preparó el desayuno mientras yo dormía, como muchas otras veces, y me despertó con un beso en el hombro.
Al cabo de un rato, sin apenas haber logrado conversar nada, dejó las llaves en el murito de la entrada, cogió el casco y se quedó en la puerta con la mirada triste. Le di un beso de despedida, de esos muy dulces y tiernos, para que no lo olvide nunca, y salí al balcón a fumarme un cigarrillo y ver como La Bestia salía de mi vida.

Tengo el regusto amargo de las cosas que quedaron pendientes.

12 enero 2009

El sueño de una noche de verano

A menudo al salir del trabajo tengo una horda de aparcacoches esperándome, bastante molestos y maleducados algunos de ellos. Otros tan colocados que apenas te ven. Ya nos conocemos de sobra (controlan todos los horarios) y por el pasado hemos tenido algún enfrentamiento que otro.

El domingo de noche me esperaba la única chica que hay entre ellos, que por cierto es muy amable. Después de darle su propina, cuando ya estaba sacando el coche, volvió corriendo y me dijo: a ver ti te puedo sorprender.

¿conoces El sueño de una noche de verano?
Sí le contesté yo, es una obra de Shakespeare.

Durante unos minutos la chica me recitó unos versos de la obra, hablando muy bajito, me costaba entenderla. Cuando terminó me miró y me dijo:
Usted tiene ojos así. Tiene ojos de soñador.

Le sonreí, no sabía que decirle así que le di las gracias y arranqué.

De repente me sentí muy triste.

26 noviembre 2008

Filosofía a dos duros


Como todos los años en vísperas de fiestas Marietta se pelea con los billetes de avión. Y las compañías aéreas, los agentes, su banquero, y su perra que esta vez se queda en casa.

Y se da cuenta de que cada vez es más complicado decidir (si es que puede) con qué compañía volará. Porque con la edad a Marietta le surgen cuestiones existenciales que a los 20 ni se planteaba. Dulce inconsciencia añorada de cuando lo importante era simplemente viajar, no importaba donde ni con quien. Primaba la aventura.

Y en esa bienvenida al club de los adultos Marieta se sorprende pensando en cuestiones trascendentales mientras mira por la ventanilla el inmenso océano que la separa de su casa. La última de ellas, y cuidado es muy duro aceptarlo, “ ¡Paaaaa que increíble que hayamos logrado volar !!”.
Asusta, ¿verdad?. No tanto la reflexión sino que se llegue a formularla. Es un proceso complejo, encabezado por la expresión de mayor carga admirativa que esta mujer pudo encontrar en Uruguay.

Hace muuucho tiempo un gran periodista español lo resumió perfectamente, “el día que vea a una paloma conduciendo un camión me subiré tranquilo a un avión”.

Por suerte Marieta todavía no llegó a ese estado, y digo por suerte porque le quedan innumerables aviones a los que subirse.

16 septiembre 2008

You’re Welcome

Hace ya unos años, Marieta se fue a estudiar inglés a Boston. Una de las razones de su elección fue que allí se encontraba su mejor amiga, lo cual facilitó bastante el papeleo del curso, el alojamiento, una cara conocida al llegar al aeropuerto, comiditas caseras, y un largo etcétera logístico. Aunque el cariño que se tenían ambas debió también de contar para algo.

Al llegar, Marieta dejó el equipaje en casa de Moniquette, y las dos amigas se fueron a realizar los trámites de rigor, como abrir una cuenta en el banco, sacarse la tarjeta del metro, localizar el Starbucks más cercano y las tiendas futurables.

Al hacer sus compras, Marieta, muy educada ella, daba las gracias y su asombro era cada vez mayor. Al cabo de un rato le dijo a su amiga:

Moniquette,¿tanto se nota que acabo de llegar?
¿Por qué?
Porque cada vez que doy las gracias las dependientas ¡me dan la bienvenida!

A lo que a Moniquette, anonadada, le tomó un tiempo contestar:
Marieta, ¡You’re welcome significa de nada !!!


El consiguiente ataque de risa de las dos amigas es sin duda para Marieta uno de los momentos imborrables de aquel viaje.

03 junio 2008

Estrés anal


Hace unos días una muy buena amiga me contaba que creía haberlo visto todo hasta su visita de la mañana al médico.
Resulta que sentía unas molestias en el ano, dicho sea de paso lo suficientemente dolorosas como para que una se anime a que le revisen esta parte de su anatomía, que tampoco es que vayamos presumiendo de ella por ahí.

La cuestión es que una vez cómodamente instalada en la camilla, de costado, el médico le abrió los cachetes y con toda la naturalidad del mundo le soltó: ¿tú estás muy estresada no? A lo que mi amiga que acaba de salir de una etapa reaaalmente estresante y haciendo acopio de toda su seriedad contestó, ¿lo dices por la cara que pongo? No, le dice el médico, lo digo porque tienes el ano estresado.
¿Cómo?

Os ahorro la cara de la rubia (porque mi amiga lo es) ante la observación, aunque os cuento que el tratamiento es a base de nitroglicerina, lo cual también es motivo de risas entre los enterados.

Y desde aquí reivindico a todas las que tenemos alma de rubia.